Por Marlin Vera
¿Es posible mantener la esperanza en los escenarios más adversos? En momentos de incertidumbre en los que es inevitable para el ser humano dejarse llevar por el temor y la duda, la esperanza aparece como una herramienta relevante para seguir adelante. Hace 200 años el político británico Benjamín Disraeli, fue visionario al referirse a la esperanza con su célebre frase: “Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor”.
La pandemia de COVID 19 es el desafío más reciente que hemos tenido para cultivar la esperanza, con pérdidas, restricciones e inestabilidad. Los psicólogos de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), aseguran que permitió ser capaces de enfrentar la adversidad y entender que esta vida no solo depende de lo que uno hace y decide. Además, requiere que todos encaminemos nuestras acciones hacia un fin común, como esta enfermedad que afecto el planeta entero.
Es frecuente confundir la esperanza con el optimismo, pero son dos conceptos diferentes. El optimismo es una actitud positiva que está relacionado a las experiencias positivas dictadas por los modelos de referencia que señalan que el optimismo es una perspectiva de vida. En otro espacio se sitúa la esperanza, ya que es la tendencia a ver las cosas deseables como posibles.
Estas son algunas pautas que sugieren los psicólogos para desarrollar la esperanza ante situaciones adversas:
1.- Trazar objetivos realistas, pensando en lo que puedes decidir de lo que está por llegar, pero sin olvidar que en el camino aparecerán trabas y se producirán errores.
2.- Tomar el control de lo que se pueda, la pandemia fue el mejor ejercicio para entender esta recomendación. Muchos aspectos de la crisis sanitaria escapaban del control personal, sólo se podía focalizar la atención en aquello que dependía de cada uno para mantener la esperanza de superarla.
3.- Agradecer para fomentar el optimismo, al practicarlo cada día vivimos con mucho optimismo y sostenemos la esperanza.
4.- Poner la atención en aquello que causa sensaciones positivas, sobre todo en este entorno altamente mediático. Para cultivar la esperanza no es necesario consumir únicamente información positiva, sino evitar los mensajes más negativos.
5.- Buscar apoyo, el entorno social puede ofrecer el sostén necesario para sobrellevar las situaciones más desafiantes.
Definitivamente es necesario contar con quienes apoyan y reafirman los motivos sobre los que se mantiene la esperanza.


 
                     
                    